Anaxágoras
(en griego Αναξαγόρας) (500 - 428 a. C.) fue un filósofo presocrático que
introdujo la noción de nous(νοῦς, mente o pensamiento) como elemento
fundamental de su concepción física.
Nació en
Clazómenas (en la actual Turquía) y se trasladó a Atenas (hacia 483 a. C.),
debido a la destrucción y reubicación de Clazómenas tras el fracaso de la
revuelta jónica contra el dominio de Persia. Fue el primer pensador extranjero
en establecerse en Atenas.
Entre sus
alumnos se encontraban el estadista griego Pericles, Arquelao, Protágoras de
Abdera, Tucídides, el dramaturgo griego Eurípides, y se dice que también
Demócrito y Sócrates.
Anaxágoras
dio también un gran impulso a la investigación de la naturaleza fundada en la
experiencia, la memoria y la técnica. A él se le atribuyen las explicaciones
racionales de los eclipses y de la respiración de los peces, como también investigaciones
sobre la anatomía del cerebro.1 Conocedor de las doctrinas de Anaxímenes,
Parménides, Zenón y Empédocles, Anaxágoras había enseñado en Atenas durante unos
treinta años cuando se exilió tras ser acusado de impiedad al sugerir que el
Sol era una masa de hierro candente y que la Luna era una roca que reflejaba la
luz del Sol y procedía de la Tierra. Marchó a Jonia y se estableció en Lámpsaco
(una colonia de Mileto), donde, según dicen, se dejó morir de hambre (Diógenes
Laercio, II, 14). Es seguro, en todo caso, que en tal lugar fue venerado
(Aristóteles, Rhet. 1398 b 16) e incluso debió de haber un grupo de seguidores
suyos (Eusebio de Cesarea, Praeparatio Ev., 10, 14).
Obras